Conseguir cierta consistencia en la Deuda de los Países Emergentes puede ser una tarea ardua para muchos gestores, pero, como explican Barney Goodchild y Aaron Grehan, no tiene por qué ser así.
La Deuda de Países Emergentes (DPE) puede ofrecer una gran rentabilidad, pero, históricamente, ha sido más susceptible al aumento de la volatilidad y la ampliación rápida de los diferenciales. Este hecho se pudo observar en 2021 y 2022, cuando la preocupación por una inflación global y la invasión rusa de Ucrania perjudicaron a la rentabilidad de la DPE.
Creemos que hay tres razones principales por las que muchos gestores no consiguen buenos resultados en periodos de debilidad del mercado:
- Una tendencia estructural hacia los segmentos de mayor rendimiento del mercado de DPE.
- La falta de comprensión de los factores de riesgo específicos de los países emergentes y una dependencia excesiva de los parámetros de riesgo tradicionales.
- Deficiencias en la construcción de carteras que dan lugar a carteras concentradas y una dependencia excesiva de la compresión de los diferenciales de crédito.
Si no se tienen en cuenta todos estos factores, es probable que se produzcan mayores detracciones y una mayor volatilidad del exceso de rentabilidad a largo plazo.
Descargue Enfoque imparcial para encontrar oportunidades en la Deuda de los Países Emergentes para comprender:
- Por qué muchos gestores de DPE obtienen peores resultados durante periodos de debilidad del mercado.
- Cómo afecta este hecho a las detracciones y la volatilidad de la rentabilidad.
- Cómo nuestro enfoque trata de ofrecer alfa no correlacionado, mejoras en la preservación de capital y una rentabilidad más estable.