Lea este artículo para comprender:
- Por qué los bancos multilaterales de desarrollo necesitan una reforma urgente
- El papel que deben desempeñar los países, los inversores y otras partes interesadas para conseguir la financiación necesaria para la transición climática de los países emergentes
- La necesidad de una nueva arquitectura financiera internacional
De cara a la COP27, un informe de noviembre de 2022 del grupo independiente de expertos de alto nivel sobre financiación para la lucha contra el cambio climático concluía que, para alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, los países emergentes, excluida China, y las economías en desarrollo deberán recibir 2,4 billones de USD al año hasta finales de esta década (véase la Figura 1)1.
Figura 1: Investment/spending needs for climate action per year by 2030
Source: Grantham Research Institute on Climate Change and the Environment, London School of Economics and Political Science, November 2022.2
“Alrededor del 60% de esa cantidad debería obtenerse de sus propios recursos nacionales, razón por la cual la sostenibilidad de la deuda es una cuestión tan importante para muchos de esos países”, afirma Thomas Tayler, Head of Climate Finance de Aviva Investors. “En los casos en que dispongan de fondos de activos, fondos de pensiones y bolsas de valores nacionales, ese recurso interno debe proporcionar la mayor parte de la financiación, pero movilizar el capital nacional puede ser una señal sobre la capacidad de inversión para atraer el capital privado necesario”.
El informe sobre financiación climática estima que los países en desarrollo y los países emergentes necesitan movilizar al menos un billón de USD de capital privado al año para 2030 procedente de diferentes partes del sistema financiero, nacional e internacional3.
Tayler afirma que es en este punto donde el papel de los bancos multilaterales de desarrollo (MDB, por sus siglas en inglés), y de los bancos públicos en general, adquiere tanta importancia. Los inversores y los países deben comprender lo que cada participante puede financiar y cuánto queda a cuenta de los mercados privados, de forma que puedan evaluar bien el reto (Figura 2).
Figura 2: Building a capital stack for climate finance
Note: For illustrative purposes only. This is a mock-up of the concept and is not based on a comprehensive mapping.
Source: Aviva Investors, October 2023.
Sin embargo, aunque hace poco el Banco Mundial adoptó una nueva misión para “erradicar la pobreza en un planeta habitable”, actualmente se evalúa a los MDB y a otros bancos públicos en función de objetivos de desarrollo y no de la obtención de financiación privada4. Por tanto, estas instituciones deben reformarse para que presten más capital propio a los países en desarrollo y maximicen su capacidad de atraer financiación privada.
Con este fin, en junio de 2023 el grupo de expertos independientes del G20 recomendó aplicar tres medidas de reforma de los MDB: “(i) adoptar el triple mandato de eliminar la pobreza extrema, impulsar la prosperidad común y contribuir a los bienes públicos mundiales; (ii) triplicar los niveles de préstamos sostenibles para 2030; y (iii) crear un tercer mecanismo de financiación que permita acuerdos flexibles e innovadores para colaborar de forma decidida con inversores dispuestos a apoyar elementos de la agenda de MDB”5.
Para desbloquear el capital privado también será necesario que los países y todos los actores del sistema financiero superen varios retos y elaboren un conjunto de soluciones, incluida la reforma de la arquitectura financiera internacional.
Obstáculos para la inversión
El quid de la cuestión es el coste del capital, agravado por los generalmente elevados costes de inversión inicial de los proyectos energéticos con bajas emisiones de carbono, como los parques eólicos o solares, las baterías y los vehículos eléctricos. El informe sobre financiación climática calcula que, por ejemplo, dada la calificación AAA de Alemania, un proyecto solar allí solo necesita ofrecer un rendimiento del 7% para ser rentable, mientras que uno en Argentina, cuya calificación es CCC+, tendría que ofrecer un 52% (Figura 3)6.
Figura 3: Return expectations from solar projects
Source: Grantham Research Institute on Climate Change and the Environment, London School of Economics and Political Science, November 2022.7
“¿Cómo podemos proporcionar financiación para que, si un país en desarrollo tiene que elegir entre explotar activos de combustibles fósiles o seguir el camino de las renovables, se vea incentivado a seguir el camino de las renovables? Esa es la pregunta del millón”, afirma Tayler. “Al final, acabarán haciendo lo que tenga más sentido desde el punto de vista económico”.
Algunos de los obstáculos que impiden reducir el coste del capital y hacer que las inversiones en mitigación y adaptación resulten más atractivas para los inversores y los países en desarrollo son técnicos, entre ellos el riesgo cambiario.
Otros están relacionados con el tamaño de muchos proyectos, que pueden ser demasiado pequeños para los inversores institucionales. Las deficientes infraestructuras básicas de algunas jurisdicciones, la inestabilidad política y la falta de cooperación transfronteriza y con instituciones no gubernamentales también fomentan un entorno de inversión más complicado.
La falta de datos y de experiencia limita el análisis de datos y la preparación de proyectos
“La falta de datos y de conocimientos especializados limita el análisis de los datos y la preparación de los proyectos”, afirma Carmen Altenkirch, Emerging Markets Sovereign Analyst de Aviva Investors. “Además de financiación, los países emergentes necesitan capacidad técnica y experiencia para destinar fondos donde sea necesario”.
Los MDB deben desempeñar un papel claro a la hora de ayudar a reducir el riesgo de las inversiones, pero también a la hora de proporcionar asistencia técnica para superar estos obstáculos.
Además, los marcos normativo, jurídico e institucional agravan los problemas. Por ejemplo, los requisitos de la Directiva Solvency II para que las compañías de seguros mantengan más capital reglamentario para los activos de mayor riesgo presionan a las aseguradoras de forma abrumadora hacia la deuda soberana de los países desarrollados y el crédito con grado de inversión.
“Las calificaciones constituyen un punto de referencia importante para que los inversores evalúen el riesgo país”, afirma Altenkirch. “Esto supone una desventaja para los países más pobres, que pueden carecer de los conocimientos técnicos necesarios para relacionarse con las agencias de calificación”.
La normativa y las calificaciones no solo encarecen la inversión en activos de países emergentes, sino que dan a entender a los comités de inversión y riesgo que esas inversiones no son seguras.
“No se trata de una gran cantidad de mandatos incumplidos que busquen inversiones en países emergentes que puedan conseguirse de repente si el perfil de riesgo/rentabilidad cambia un poco”, afirma Tayler. “Sin embargo, es cierto que el cambio del perfil de riesgo/rentabilidad empezará a atraer capital privado. Se trata también de una cuestión de mentalidad, y es necesario destacar lo que funciona bien para cambiarla, porque África no es un continente en el que no se pueda invertir. Las empresas invierten en lo que les resulta familiar, como el petróleo o el carbón”.
Las plataformas y la colaboración son esenciales
Los bancos multilaterales de desarrollo desempeñan un papel único a la hora de tranquilizar a los inversores y combinar la financiación pública y privada de la forma más eficaz.
Los MDB deberían revisar su propia propensión al riesgo para desbloquear los fondos adicionales de los que disponen
Para aumentar sus propias asignaciones a los países en desarrollo, deben actualizar y ampliar sus mandatos para incluir la financiación de los bienes públicos mundiales y la protección de los bienes comunes mundiales, junto con sus objetivos de desarrollo8. Asimismo, deben revisar su propia propensión al riesgo para desbloquear los fondos adicionales de los que disponen. Sin embargo, dadas las cantidades en juego, es posible que también necesiten una inyección de capital nuevo9.
Para desbloquear el capital privado, los MDB deben mitigar los riesgos reales y percibidos de invertir en países emergentes. La iniciativa Bridgetown 2.0, un conjunto de propuestas para reformar la forma en que los países desarrollados financian los planes de transición y adaptación de las economías emergentes, pide al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a los MDB que reduzcan las excesivas primas de riesgo macroeconómico de los países en desarrollo con 100 000 millones de USD anuales de garantías de divisas para inversiones ecológicas que apoyen una transición justa. Además, recomienda ampliar la provisión de instrumentos de reducción de riesgos y financiación combinada por parte del FMI y los MDB10.
El grupo de expertos independientes del G20 añade que “la coordinación entre los sectores público y privado de los MDB sobre el uso de los principios de cascada, las garantías, la financiación combinada, los seguros de riesgo político y la cobertura de divisas debe ser sistemática y no puntual”11.
Los MDB deberían colaborar con las agencias de calificación crediticia para ampliar el número de países con calificaciones
“Los MDB pueden ofrecer garantías o mejoras crediticias para reducir el riesgo de un proyecto o bono, lo que puede ampliar la base de inversores”, afirma Altenkirch. “También deberían colaborar con las agencias de calificación crediticia para ampliar el número de países con calificaciones”.
Además, los MDB deberían colaborar más con las autoridades del sector público para ayudar a desarrollar su capacidad institucional, así como con el sector privado para compartir su experiencia y familiarizarse con él. Asimismo, deben pasar de un enfoque basado en proyectos a un enfoque por países basado en el análisis y el asesoramiento en materia de política económica, y en un diálogo sólido con los países acerca de la política, la financiación y el desarrollo de capacidades, entre otros temas. Por último, deberían prestar más apoyo a los países en materia de planificación de las inversiones y desarrollo y preparación de la cartera de proyectos, así como en planes de inversión sectoriales que sean coherentes con las vías de descarbonización12.
Echar una mano
Los países y los inversores también deben poner de su parte. En colaboración con los bancos multilaterales de desarrollo, los Gobiernos pueden agrupar los proyectos de inversión en oportunidades suficientemente grandes para los inversores institucionales y reducir los costes de intermediación y los riesgos.
Es probable que la competencia por el capital se intensifique, por lo que los países emergentes tendrán que esforzarse más para atraerlo
“Es probable que la competencia por el capital se intensifique, por lo que los países emergentes tendrán que esforzarse más para atraerlo”, comenta Emilia Matei, ESG Analyst, Emerging Market Debt, de Aviva Investors. “Esto implica promover reformas que fomenten el crecimiento, reducir el coste de las actividades empresariales y colaborar con los inversores.”
También puede contribuir la creación de conjuntos de datos compartidos y normalizados para minimizar el coste de acceso a la información para la evaluación de riesgos en sectores clave13.
Además, es necesario replantearse las metodologías de calificación crediticia. Debido a la magnitud de la transformación necesaria para orientar la economía mundial hacia la sostenibilidad climática, el análisis histórico perderá su poder predictivo y deberá sustituirse por evaluaciones prospectivas. Y, en vista de los horizontes de la mayoría de los inversores institucionales, las calificaciones crediticias deberían empezar a reflejar la probabilidad de impago hasta el vencimiento, que puede ser de décadas, en lugar de los actuales horizontes de tres a cinco años.
“El cambio climático no está plenamente integrado en las metodologías de calificación”, afirma Matei. “Sin embargo, si se hace correctamente, podría mostrar qué países muestran ambición y compromiso con la transición climática y cuáles se quedan atrás”.
Llevar a cabo más proyectos servirá para demostrar lo que se puede lograr y que las inversiones pueden ser seguras y productivas
Tayler comenta que esto podría ayudar a crear un sistema financiero centrado en la transición e incentivar a los países a mejorar sus planes y su implementación para un desarrollo a largo plazo con bajas emisiones.
Por su parte, los inversores deberían colaborar con los MDB y los Gobiernos para identificar las prioridades en la reforma de las políticas y mejorar el entorno de inversión. Deberían, además, unirse y desarrollar aquellas iniciativas que han tenido éxito, desde los programas regionales del GFANZ hasta la Iniciativa de Liderazgo para la Financiación del Clima (CFLI) o Africa50, que fomenta la cooperación entre el sector privado, los Gobiernos, las instituciones financieras internacionales y las instituciones de financiación del desarrollo para llevar a cabo grandes proyectos14.
“Llevar a cabo más proyectos de este tipo servirá para demostrar lo que se puede lograr y que las inversiones pueden ser seguras y productivas para los inversores institucionales”, afirma Tayler. “Eso ayudará a cambiar opiniones”.
Rumbo hacia una nueva arquitectura financiera
Para garantizar una transición justa y ecológica, la ONU y la iniciativa Bridgetown 2.0 piden que se restablezca la sostenibilidad de la deuda de los países en desarrollo, se aumenten los préstamos oficiales al desarrollo y se amplíe el acceso a los derechos especiales de giro del FMI. De este modo, los países estarán en mejores condiciones para iniciar inversiones plurianuales de mitigación y adaptación. Asimismo, reclaman unos sistemas comerciales y fiscales mundiales más justos e inclusivos, para que las economías de los países emergentes puedan beneficiarse en mayor medida del comercio internacional15, 16.
Por otra parte, el informe sobre financiación climática anima a los MDB a ayudar a los países a formular estrategias y planes climáticos y de desarrollo eficaces, como las contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN) y las vías de descarbonización del sector17. Los países deben tomar la iniciativa a la hora de introducir mejoras esenciales y urgentes en las CDN, pero también deben establecer un plan de implementación claro para todo el Gobierno de cara a la transición.
Una política clara y coherente ayudará a atraer capital inversor para financiar la innovación, que transformará sectores económicos enteros
“Una política clara y coherente ayudará a atraer capital inversor para financiar la innovación, que transformará sectores económicos enteros. Históricamente, estas transformaciones han sido exponenciales”, opina Tayler18. “Necesitamos una respuesta económica conjunta que elabore un plan integral, específico y sujeto a plazos para que la economía se adapte a los objetivos del Acuerdo de París”.
Es fundamental reformar también la arquitectura financiera internacional (véase la Figura 4), para que la normativa y la supervisión incentiven las inversiones en la transición justa en lugar de obstaculizarlas19. Según Tayler, se necesita un planteamiento exhaustivo, que abarque a los organismos reguladores y supervisores y a los responsables de establecer las normas, junto con la reforma de los MDB, para que el sistema pase de centrarse en la última crisis a mirar hacia el futuro y fijar objetivos a largo plazo; en otras palabras, una estrategia de transición. De este modo, el sistema podrá resistir mejor las crisis a corto plazo.
“Las instituciones que conforman la arquitectura financiera internacional deben ofrecer una perspectiva detallada para adaptar la normativa y la supervisión de las finanzas al apoyo a la ambición de mantener el aumento de la temperatura en 1,5 °C y a los planes nacionales”, añade Tayler. “También deben elaborar sus propios planes de transición para orientar a quienes regulan y supervisan, basándose en los planes nacionales de transición.
“Sus planes deben tener en cuenta los planes de las instituciones financieras, estar fundamentados en dichos planes y, a su vez, fundamentarlos”, afirma. “Los mecanismos integrados de opinión pueden ayudar a ajustar y fundamentar las decisiones gubernamentales, y así evitar errores a corto plazo y correcciones excesivas”.
En cuanto a la mentalidad, Tayler afirma que, además de los argumentos morales para establecer una economía justa y sostenible para las generaciones futuras, estas inversiones también pueden ser un buen uso del capital.
“Es posible que debido al alto nivel que se exige a estos proyectos, los análisis muestren que su tasa de impago suele ser baja. Y dado que existen algunos riesgos más elevados, en general, se obtienen mejores rendimientos”, comenta21.
Los inversores deben reclamar urgentemente una reforma de la arquitectura financiera y los planes nacionales de implementación para la transición, pero también pueden empezar a buscar oportunidades lo antes posible.
Figura 4: Propuestas para la reforma de la arquitectura financiera internacional
Banca de desarrollo
- Ampliación a gran escala de los bancos multilaterales de desarrollo
- Grandes volúmenes de financiación con mejores condiciones
- Operaciones ajustadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible
- Asignaciones en función de las necesidades y la vulnerabilidad
- Aumento de la financiación climática mediante la adicionalidad
- Utilización eficaz de la financiación privada
- Aumento de la financiación concesional
Cooperación fiscal internacional
- Normas fiscales mundiales para la digitalización y la globalización
- Arquitectura fiscal inclusiva
- Normas simplificadas para satisfacer las necesidades de los países en desarrollo
- Tipos impositivos mínimos mundiales significativamente más elevados
- Instrumentos de transparencia que beneficien a todos
- No reciprocidad para los países en desarrollo
Normas y reglamentos del sistema financiero
- Refuerzo de la normativa financiera
- Regulación de los bancos y las instituciones financieras no bancarias
- Corrección del cortoplacismo en los mercados
- Conversión de las empresas para que sean sostenibles
- Informes obligatorios sobre sostenibilidad
- Marcos políticos y normativos ajustados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la lucha contra el cambio climático
Gobernanza económica mundial
- Transformación de la gobernanza de las instituciones financieras internacionales
- Reforma de las cuotas y los derechos de voto del FMI
- Desvinculación de la asignación y el acceso; las asignaciones se basarán en la necesidad y la vulnerabilidad
- Mejora de la transparencia y la selección de líderes
- Órgano vértice representativo para la coordinación económica
- Coherencia entre todas las normas y marcos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Red mundial de seguridad financiera
- Refuerzo de la liquidez y ampliación de la red de seguridad
- Mayor papel de los acuerdos regionales de derechos especiales de giro
- FMI más grande, pero menos utilizado
- Mecanismo de swap multilateral
- Menor volatilidad de la cuenta de capital
- Coordinación macroeconómica
- Gestión de la cuenta de capital
Deuda soberana y sostenibilidad de la deuda
- Arquitectura de resolución de la deuda
- Trust de rescate para apoyar el Marco Común
- Autoridad en materia de deuda soberana a medio plazo
- Mejora de los mercados de deuda para los Objetivos de Desarrollo Sostenible
- Transparencia
- Análisis de sostenibilidad de la deuda a prueba del clima y Objetivo de Desarrollo Sostenible
- Cláusulas de deuda resistentes al clima