El Campeón de Alto Nivel de Acción Climática de la ONU para la cumbre COP26 del Reino Unido explica cómo pueden colaborar los sectores público y privado para afrontar la crisis climática y otras amenazas sistémicas. Un artículo de Miles Costello.

Lea este artículo para comprender:

  • Las tres normas que pueden ayudar a lograr una transición hacia un futuro neutro en carbono
  • Cómo ser más ambiciosos con la neutralidad en carbono puede representar una ventaja competitiva para países y empresas
  • El motivo por el que aplicar un enfoque del estilo del Plan Marshall a la crisis climática resulta beneficioso para la economía mundial en general

Nigel Topping es el Campeón de Alto Nivel de Acción Climática de la ONU designado por Boris Johnson hace un año y medio para la cumbre climática COP26 que se celebró en Glasgow. Su labor consiste en movilizar a empresas, inversores, ciudades, regiones y otros actores no estatales para que incrementen y aceleren la puesta en marcha de medidas para afrontar la crisis climática, mostrando a los Gobiernos que la economía real avanza hacia la neutralidad de carbono para 2050.

Además de ser Campeón de Alto Nivel, Topping también fue nombrado director independiente del UK Infrastructure Bank estatal, fundado en junio de 2021, un cargo que le entusiasma especialmente por su objetivo de canalizar lo público para aprovechar las finanzas privadas y así lograr una economía con neutralidad en carbono.

El enfoque de Topping procede de sus conocimientos en el campo de las matemáticas, ámbito en el que posee un máster por la Universidad de Cambridge, donde estudió entre mediados y finales de los años ochenta. Asimismo, casi dos décadas más tarde obtuvo otro máster en Ciencias Holísticas por el Schumacher College de Devon. Ambos estudios respaldan su creencia en el poder de los sistemas, así como en la ciencia de los patrones y sus normas subyacentes.

Entre máster y máster, trabajó en el ámbito industrial; algunos de sus cargos incluyen el puesto de asesor sénior en Lucas Industries, un fabricante de piezas para los sectores aeroespacial y de automoción, y su papel como miembro del consejo de administración de TMD Friction, el mayor fabricante de pastillas de freno a nivel mundial.

Topping también fue director ejecutivo de We Mean Business, una coalición de empresas comprometidas a reducir a la mitad sus emisiones para 2030, y director ejecutivo durante un mandato de CDP (anteriormente conocido como Climate Disclosure Project), una organización benéfica que ayuda a empresas y ciudades a notificar su impacto medioambiental.

“Resolver problemas y encontrar patrones encierra algo hermoso. A pesar de haber estudiado matemáticas en Cambridge, nunca me interesó participar en el sistema financiero internacional; lo que quería era trabajar en algo más específico. Mi padre era ingeniero civil, por ello me adentré en el sector industrial. Los trabajadores de este sector son personas auténticas que llevan a cabo iniciativas con un impacto real; no como ocurre en el ámbito de las finanzas, donde nadie hace nada”, declara.

Tres normas para la transformación

Topping ha establecido tres “normas” que, en su opinión, si son adoptadas por todos los actores de los sistemas mundiales, pueden ayudar a transformar los patrones subyacentes y garantizar una transición exitosa hacia un futuro neutro en carbono.

En primer lugar, debemos “emplear ciclos de ambición”. Esto implica fijar los efectos positivos de compromisos climáticos audaces con medidas políticas como desgravaciones fiscales y subsidios para empresas con visión de futuro, lo que fomenta el ingenio.

A continuación, debemos “establecer objetivos exponenciales”. En palabras de Topping, la historia muestra que, aunque las transformaciones sean lentas en las primeras fases, la reducción progresiva de los costes y el aumento de la innovación garantizan que el crecimiento se acelere con el tiempo.

La tercera norma consiste en “seguir caminos compartidos” o garantizar que todas las personas implicadas tomen las medidas necesarias para conseguir la neutralidad en carbono a tiempo para limitar el calentamiento global.

Estas tres normas son de una sencillez tan seductora y una ambición tan apetecible que resulta tentador argumentar que necesitamos un cambio de paradigma en el pensamiento mundial, alejado de las convenciones del capitalismo, la economía y la política.

Dichas normas, muchas de las cuales no respaldan el objetivo de alcanzar la neutralidad en carbono y limitar el cambio climático, se están cambiando de manera gradual como parte de un proceso de transición, tal y como afirma Topping. Y poco a poco se incorporan al discurso aquellos “factores externos” o consecuencias de nuestras acciones de las que, hasta ahora, no nos hemos hecho responsables.

No nos estamos movilizando lo suficientemente rápido. Queda claro que el ritmo de cambio debe acelerarse

Pero hay un problema: no nos estamos movilizando lo suficientemente rápido. En el Reino Unido, por ejemplo, el Gobierno ha establecido una serie de objetivos ambiciosos, pero no consigue aplicarlos mediante la implementación de políticas. Actualmente, no parece que vaya camino de cumplir a tiempo su objetivo de lograr una “revolución industrial ecológica” para el 2050, según el informe más reciente publicado en junio por el Comité de Cambio Climático independiente del Reino Unido. Queda claro que el ritmo de cambio debe acelerarse.

“Todavía no hemos establecido un ciclo de retroalimentación o de ambición, como yo lo llamo, entre los sectores público y privado, que es lo que genera confianza para avanzar cada vez más rápido. En Dinamarca, lo han establecido por ley, ya que tienen que actualizar sus políticas cada año y consultar al sector privado al respecto. Eso sí es generar confianza”.

Carrera hasta la meta

Parece que algunos Gobiernos están comenzando a aumentar sus esfuerzos para acelerar el proceso de transición, lo que, según Topping, contribuiría a alimentar su idea de emplear el ciclo de ambición.

Asimismo, el sector privado en general también está evolucionando más rápido, lo que debería ayudar a alimentar el mismo círculo de ambiciones de Topping. Topping forma parte de la Comisión de Transición Energética y, según afirma, su informe de 2018, “Mission Possible”, dio la vuelta al paradigma.

Tenemos colaboraciones sectoriales que están tratando de averiguar cuál es la hoja de ruta y cómo eliminar los riesgos de la transición

“Ahora tenemos colaboraciones sectoriales que están tratando de averiguar cuál es la hoja de ruta y cómo eliminar los riesgos de la transición. Esto alienta a los legisladores y, como resultado, las condiciones de aquellas empresas que se quedan a la zaga en este sentido ya no son las mismas, y a estas no les queda otra que cambiar”.

Asimismo, los consumidores (o los ciudadanos, como prefiere denominarlos Topping) tienen un papel importante.

“El papel de los ciudadanos es fundamental; un ejemplo de ello son los activistas. Han logrado cambios en las políticas del país gracias a que los políticos han visto su descontento. En algunos casos, han llegado demasiado lejos, pero han conseguido que los políticos sean conscientes de que existe un error colectivo. El hecho de que las personas estén comprando vehículos eléctricos más rápido de lo que parecía posible hace unos años es una llamada de atención para los legisladores y los participantes en el mercado para que apuesten por invertir en la transición”.

Hay otras medidas concretas que pueden tomarse en este momento, como una mayor colaboración entre los sectores público y privado. Topping cree que el Reino Unido debería deshacerse del miedo a una “apropiación de políticas por parte del sector privado” o a que las grandes empresas ganen demasiada influencia en las políticas gubernamentales.

Un Plan Marshall para el planeta

“Lo que necesitamos es un pensamiento del estilo del Plan Marshall a nivel mundial, por ello resulta tan importante que la GFANZ trabaje para movilizar las finanzas de los mercados emergentes”, declara Topping. (GFANZ, del inglés Global Financial Alliance for Net Zero, es una coalición de instituciones financieras cuyo objetivo es acelerar la descarbonización de la economía).

Sabemos que la economía mundial será mucho mayor cuando logremos un clima con neutralidad en carbono en todos los lugares

“Sabemos que la economía mundial será mucho mayor cuando logremos un clima con neutralidad en carbono en todos los lugares. Pero también habrá muchos menos conflictos en el mundo si invertimos en ello, ya que, en lugar de enemigos, existirán socios de desarrollo y crecimiento en todo el mundo. Y hay que constatar que, en estos momentos, la geopolítica mundial no parece ser muy colaborativa, por lo que el mecanismo del Acuerdo de París sigue siendo un milagro del multilateralismo y nuestra mayor esperanza para lograr este tipo de cambio.

“No es fácil, pero no es la primera vez que hacemos algo así: contamos con la evidencia científica, y todos estamos de acuerdo en que hay que lograr la neutralidad en carbono ya. En el ámbito económico también se ha demostrado que es mucho mejor colaborar. Con esto, ganamos todos”.

Miles Costello es un escritor y periodista reconocido con múltiples galardones.

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