Lea este artículo para comprender:
- Qué implica el pensamiento sistémico
- Los paradigmas y bucles de retroalimentación que es preciso cambiar para transformar el sistema financiero y económico
- Palancas clave que permiten esta transformación
El debate en torno a los límites planetarios del crecimiento económico lleva décadas abierto, y surgió por primera vez con la publicación en 1972 del libro Los límites del crecimiento, encargado por el Club de Roma y escrito por Donella Meadows, Jorgen Randers, Dennis Meadows y William W. Behrens III.1 Durante mucho tiempo estuvo relegado a un segundo plano, porque las empresas, los responsables políticos y los economistas de la corriente mayoritaria que les asesoraban ignoraban la noción de la capacidad finita de la Tierra para proporcionar recursos, absorber residuos y sostener el crecimiento económico.
De hecho, el modelo de Los límites del crecimiento muestra que “una vez que la población y la economía han sobrepasado los límites físicos de la Tierra, únicamente se conciben dos vías de retorno: el colapso involuntario provocado por la escalada de la escasez y la crisis, o la reducción controlada de la huella ecológica mediante una elección social deliberada”.2
Como afirma el CEO de Aviva Investors, Mark Versey, en su artículo “Redefinir la stewardship”, se trata de dejar de considerar la inversión responsable como una categoría de nicho y redistribuir el capital hacia inversiones sostenibles.3
Antecedentes e influencia de Los límites del crecimiento4
Los límites del crecimiento utilizó el modelo informático World3 para simular las consecuencias de las interacciones entre la Tierra y los sistemas humanos: aumento de la población, producción agrícola, agotamiento de los recursos no renovables, producción industrial y generación de contaminación. Las simulaciones mostraron que, probablemente, el planeta no podrá soportar las actuales tasas de crecimiento económico y demográfico mucho más allá del año 2100, si fuera el caso, incluso con tecnología avanzada.
Hasta la fecha se han vendido más de 30 millones de ejemplares de este libro en todo el mundo y ha suscitado un gran debate, pero no ha tenido cabida en el análisis general hasta hace poco.5
En la actualidad, ante el fracaso de las políticas y el análisis económico tradicional para frenar el agotamiento de los recursos, la contaminación, la pérdida de biodiversidad y el calentamiento global, así como el aumento de las desigualdades, los economistas y los responsables políticos están recurriendo al enfoque de pensamiento sistémico del libro como una forma más adecuada de entender las interacciones de la economía con las personas y el planeta, y de encontrar soluciones sostenibles.
Pensamiento sistémico para el cambio de sistemas
Donella Meadows definió un sistema como “un conjunto de elementos interconectados que se organizan de forma coherente para conseguir algo”. En Los límites del crecimiento, ella y los demás autores argumentaron que la demografía, la economía y el medio ambiente forman un sistema planetario con innumerables interacciones.6
“La idea de ser capaces de mirar más allá de lo establecido y crear conexiones fue fundamental”, señala el Dr. Nafeez Ahmed, director de comunicaciones de investigación global del grupo de expertos RethinkX, de Los límites del crecimiento (véase ‘Conociendo nuestros límites: Una entrevista con Nafeez Ahmed”).7
Sin embargo, los sistemas no siempre consiguen lo que queremos. Las reservas y los flujos son los elementos centrales de un sistema —nociones que resultarán familiares a numerosos profesionales del ámbito financiero—, mientras que los bucles de retroalimentación son las interconexiones entre tales reservas y flujos.
Figura 1: Bucles de retroalimentación positiva y negativa
Fuente: Aviva Investors, agosto de 2022. Adaptación de Rafael Laurenti, mayo de 20168
Como se explica en Los límites del crecimiento, cambiar un sistema requiere, por tanto, modificar la estructura de esos vínculos de información: “el contenido y la oportunidad de los datos con los que tienen que trabajar los actores del sistema, y las ideas, los objetivos, los incentivos, los costes y las retroalimentaciones que motivan o limitan el comportamiento”.9
La OCDE publicó un documento relativo al año 2020 en el que se establecían nuevos objetivos económicos: sostenibilidad medioambiental, mejora del bienestar, reducción de las desigualdades y mayor resiliencia. En dicho informe se afirma que estos elementos deben formar parte de las estructuras de la economía desde el principio, junto con una política integrada e indicadores de rendimiento, lo que requiere una amplia innovación institucional.10
Abordar las causas profundas de un problema a menudo supone una dificultad, porque requiere más tiempo y recursos, e implica más incertidumbre que la aplicación de una “solución rápida”.11 Por lo general, requiere cambiar los objetivos del sistema (crear un “cambio de paradigma” en términos sistémicos).
Paradigmas erróneos
Las empresas, los inversores y los responsables políticos deben tener en consideración otros aspectos además de la maximización del valor para el accionista, la teoría moderna de la cartera y el PIB. Y, si bien en los últimos debates se ha cuestionado el papel del sector financiero y de la inversión ESG en la transición hacia una economía más sostenible, la macrogestión será fundamental (véase Redefinir la stewardship: Por qué el capitalismo centrado en los grupos de interés puede ser la solución).
“Una cuestión fundamental ausente en cualquier debate que sostenga que se trata de un asunto exclusivo de los gobiernos es el reconocimiento de la escala, la influencia y la experiencia del sistema financiero”, afirma Tayler. “Muchas de las respuestas e ideas se encuentran en el propio sistema.
“Sí, los gobiernos disponen de las principales palancas, pero debemos utilizar nuestra experiencia y conocimientos para exigirles que nos proporcionen las condiciones adecuadas para alcanzar los objetivos sociales, de biodiversidad y de cero neto, y, en última instancia, para contribuir a ese cambio de paradigma”, añade.
También es necesario cambiar el paradigma de las finanzas: los agentes del sector deben comprender que no tienen que aceptar de forma pasiva el nivel de riesgo del sistema, sino que pueden intentar influir en él.
El director de inversiones responsables a nivel mundial de Aviva Investors, Jess Foulds, recomienda utilizar una serie de enfoques para cambiar los incentivos —por ejemplo, incluir la creación de valor a largo plazo en las evaluaciones de las personas— y la educación, incluidos los MBA y CFA.12
Este cambio es necesario tanto a nivel de política financiera como económica. Los principales protagonistas e instancias políticas lo reconocen, y actualmente abogan por un cambio profundo, además de proponer soluciones. A modo de ejemplo, Earth4All es un colectivo de destacados pensadores económicos, científicos y defensores de la causa que ofrecen una visión a favor de un nuevo enfoque económico y social.13
Sandrine Dixson-Declève, directora del proyecto Earth4All y copresidenta del Club de Roma, afirma: “En el caso de los gobiernos, les aconsejamos ir más allá de un enfoque singular en el crecimiento económico e incluir el capital natural y social”.
Abordar los bucles de retroalimentación
Lamentablemente, las intervenciones realizadas hasta la fecha no han revestido la magnitud ni la naturaleza necesarias para lograr un cambio sistémico.
“El sistema financiero adquiere especial relevancia porque hemos construido nuestra economía global en torno a él”, señala Tayler. Añade que, si el papel teórico de las finanzas —a través de la inversión, la suscripción y la banca— es asignar el capital en función de lo que mejor convenga a la sociedad, entonces el sistema financiero no está funcionando como debería.
“Adoptando un enfoque de pensamiento sistémico respecto del rol de los servicios financieros, nuestro deber de actuar en el mejor interés de los clientes y de favorecer la integridad del mercado debe incluir las cuestiones que socavan los mercados y la estabilidad financiera”, comenta Foulds.
Figura 2: La arquitectura actual no ofrece resultados óptimos para la sociedad
Nota: No se trata de una visión totalmente exhaustiva, sino que se destacan las organizaciones mundiales clave por razón de sus mandatos. *Ejemplos ilustrativos.
Fuente: Aviva Investors, septiembre de 2022
Foulds sostiene que, para corregir dichos fallos del mercado, el sistema financiero debe colaborar con los gobiernos, los responsables políticos y las autoridades reguladoras mundiales con el fin de redefinir las normas y armonizar los incentivos y las sanciones con los comportamientos sostenibles.
Normalmente, el cambio de sistemas obedece a una curva en forma de S: los primeros en adoptarlo van ampliando gradualmente los límites, y a continuación se alcanza un punto de inflexión en el que el cambio se refuerza por sí mismo y es exponencial. El sistema financiero y económico se encuentra en su fase inicial de adopción, pero cuando el cambio se produzca, el impacto podría cambiar las reglas del juego.
Los mercados son extraordinariamente poderosos. Con el objetivo adecuado, pueden convertirse en un potente acelerador de la acción sostenible
“Los mercados son extraordinariamente poderosos”, asegura Tayler. “Con el objetivo adecuado, pueden convertirse en un potente acelerador de la acción sostenible. En este sentido, todavía hay esperanza, a pesar de la tardanza de nuestra actuación, porque como sociedad aún no nos hemos implicado del todo en la acción climática concentrada”.
Una forma efectiva de conseguirlo es utilizar “bucles de ambición”, a través de los cuales los gobiernos establecen políticas claras que ofrecen a las empresas margen para innovar y acelerar las prácticas de sostenibilidad. “Los mercados financieros aspiran a asignar capital a aquellas empresas que vayan a tener éxito en el nuevo entorno político”, explica. “En lugar de ser simplemente un bucle de retroalimentación, se genera una “triple hélice” aún más poderosa que gira sobre sí misma y se refuerza. Así es como la stewardship macroeconómica puede ser un acelerador del bucle de ambición positiva”.
Pero para lograr dichas transformaciones y crear nuevos y potentes bucles de retroalimentación, hace falta activar puntos clave de apalancamiento.
Aplicar el máximo apalancamiento
Donella Meadows determinó los 12 puntos de apalancamiento más eficaces de un sistema.14 Al establecerlos, el equipo de stewardship macroeconómica de Aviva Investors los trasladó a términos financieros (reservas y flujos de recursos financieros en lugar de recursos físicos, por ejemplo), e identificó seis áreas de máximo apalancamiento: política tributaria, normativa, mecanismos de mercado, estándares y normas, concienciación y comportamiento de los consumidores, y litigios.
“Las personas pueden tener más influencia en un área en particular o situar el punto de apoyo en un lugar diferente para que sea más eficaz”, apunta Tayler. “Pero tenemos que utilizar todas estas palancas”. En ocasiones se solaparán y se entremezclarán, pero permitirán un desglose más claro de las acciones necesarias.
Desde la perspectiva climática, la aplicación de un impuesto significativo sobre el carbono será fundamental
Desde la perspectiva climática, la aplicación de un impuesto significativo sobre el carbono será fundamental, de modo que los mayores emisores paguen el precio de su contribución al calentamiento global y se vean incentivados a reducir sus emisiones.
Este objetivo se verá reforzado si se utilizan mecanismos de mercado capaces de asumir las externalidades, de modo que se deje de considerar el consumo de capital natural como ingresos y se empiece a reconocer el coste de la contaminación y las emisiones.
En opinión de Foulds, el impulso general para una mayor divulgación de los riesgos de sostenibilidad y, más recientemente, de los principales impactos adversos, concretamente en la normativa de la UE, está desempeñando un papel fundamental. “Los riesgos de sostenibilidad son principalmente aquellos que se consideran importantes desde el punto de vista financiero, pero los principales impactos adversos se refieren al alcance de las inversiones en el medio ambiente y la sociedad”, añade.
Impulsar las normas del sector a través de códigos relevantes como el Código de stewardship del Reino Unido también es importante porque, incluso antes de que se conviertan en un requisito normativo, dichas normas tienen un impacto significativo en la configuración de los comportamientos. No obstante, Tayler añade que los inversores que participan en la stewardship macroeconómica deben ser transparentes, y demostrar que no están utilizando su influencia en beneficio propio.
No debemos descartar el recurso a la vía judicial cuando creamos que es lo correcto
Los ciudadanos afectados también actúan con mayor frecuencia por la vía judicial, tanto contra las empresas como contra los gobiernos.15 “Como responsables de la stewardship macroeconómica, no debemos descartar el recurso a la vía judicial cuando creamos que es lo correcto, pero también tenemos que entender el entorno en el que los litigios son un riesgo material para los gobiernos y las empresas”, afirma Tayler.
El cambio de los sistemas es difícil por definición, porque requiere que reconduzcamos lo que a menudo son formas de pensar y actuar muy arraigadas, y que luchemos contra poderosos intereses creados. Sería fácil caer en la aceptación pasiva de lo establecido. Sin embargo, esa aceptación no resulta únicamente peligrosa, sino que además ignora las extraordinarias posibilidades que ofrece la remodelación de las convenciones obsoletas.
Figura 3: Puntos de apalancamiento - de menos a más efectivos
12. Constantes, parámetros, números
- Tamaño del sistema financiero / economía mundial y tasa de consumo
- Escala de la capacidad regenerativa del planeta
- Como muestra el trabajo sobre los límites planetarios de Johan Rockstrom y el Centro de Resiliencia de Estocolmo, podemos —y debemos— cambiar las tasas de consumo y mejorar la capacidad regenerativa del planeta mediante la reforestación, dando espacio para la regeneración, la rehumectación de las turberas, etc. Pero es necesaria una intervención más importante16
11. Tamaño de las reservas en relación con sus flujos
- Se trata de mantener las fuerzas estabilizadoras clave (por ejemplo, las capas de hielo, los bosques tropicales, las corrientes oceánicas, etc.) y de observar el sistema financiero, es decir, las reservas de capital y la escala de los flujos en el sistema
10. Estructura de las reservas y los flujos
- La forma en que el dinero fluye en el sistema financiero (fontanería financiera)
- Estructura y mandatos de la arquitectura financiera internacional (véase la Figura 2 anterior)
9. Tiempos de espera en relación con el ritmo de cambio del sistema
- El cortoplacismo está ampliamente extendido. Nuestro enfoque “justo a tiempo” del cambio significa que a menudo se producen retrasos entre las intervenciones reguladoras y sus efectos visibles. Sin embargo, las valoraciones suelen reaccionar con rapidez frente a las señales de los responsables políticos y los reguladores, por lo que su volatilidad es mucho mayor
8. Bucles de retroalimentación negativa (de corrección)
- Calificaciones, clasificaciones, índices de referencia (ejemplos: WBA, CHRB, SSE, PRI, CDP)
- Las calificaciones y clasificaciones convencionales suelen ser retrospectivas y no incorporan adecuadamente las cuestiones de sostenibilidad e impacto. El uso de indicadores que incorporan la sostenibilidad y el impacto, así como los esfuerzos prospectivos de las empresas, deben convertirse en una práctica más extendida
7. Ganancias en torno a bucles de retroalimentación positivos (de refuerzo)
- Por ejemplo, el impulso a la sostenibilidad
- El impulso general de la sostenibilidad está aumentando, pero no permite superar los incentivos y prioridades existentes, especialmente en situaciones de estrés
6. Estructura de los flujos de información
- SFDR, TCFD, información financiera tradicional
- La información sobre sostenibilidad y divulgación está aumentando, pero con demasiada lentitud, centrándose en exceso en la divulgación como un fin en sí misma. Las iniciativas de información como el TCFD y el SFDR son importantes, pero no tienen la misma relevancia que las medidas que adoptan las empresas para mejorar su sostenibilidad
- Hay muy poca consistencia en la información —por ejemplo, los compromisos de cero neto no se traducen en la contabilidad de las empresas ni en las previsiones de los informes financieros
5. Normas del sistema
- Normas que rigen el sistema financiero
- Se trata de un punto clave: no solo las normas de divulgación, sino las normas que rigen el propio sistema, por ejemplo, el grado de obligatoriedad de los planes de transición, los compromisos de balance neto, etc., y la medida en que los organismos de la arquitectura financiera internacional asumen la responsabilidad de controlar y supervisar la consecución del balance neto cero
- ¿Cómo pueden utilizarse los mercados para una transición suave, ordenada y justa hacia el cero neto?
4. El poder de la autoevolución
- Este poder es inmenso y está infrautilizado. Los participantes del sistema financiero deben abogar por su reforma con el fin de garantizar un futuro a largo plazo (sostenible)
3. Objetivos del sistema
- ¿Maximización u optimización de los beneficios? ¿Extractivos y explotadores o regenerativos?
- ¿Cómo hacer que la economía vuelva a situarse dentro de los límites planetarios?
2. Modo de pensar o paradigma
- ¿Para qué sirve el sistema? ¿Estamos al servicio del sistema o el sistema nos presta servicio a nosotros?
- Este punto es crucial: necesitamos cambios en el modo de pensar para que todas las demás intervenciones funcionen. De lo contrario, el poder del paradigma confiere al sistema una enorme resistencia al cambio y las intervenciones serán insuficientes para modificar el rumbo
1. Trascender los paradigmas
- El poder de percibir el propio paradigma, para poder entenderlo y cambiarlo
- El crecimiento global a toda costa conduce inexorablemente al colapso de la civilización
Fuente: Aviva Investors, Donella Meadows, septiembre de 202217